¡¡Unas vacaciones increíbles!!
Hace un par de meses, 5 mujeres decidimos largar todo e irnos de vacaciones…a un lugar que nunca pensamos que iba a ser tan espectacular: ¡¡Acapulco!!La semana que pasamos allí fue de diversión y fiesta las 24 horas. En la mañana salíamos a eso de las 10, y nos tirábamos al sol, nos bañábamos en el agua tibia y caminábamos un rato por la arena blanca. Tres de mis amigas, las más aventureras, se animaron a bucear y a andar en una moto de agua, a toda velocidad.
Además, conocimos muchos chicos lindos de la zona y extranjeros (porque ahí llega a pasar el verano gente de todo el mundo) con los que tomábamos licuados en la playa, charlábamos y salíamos por la noche. La movida nocturna de Acapulco es increíble…conocimos 9 discos y todavía nos dio pena no poder pasar aunque sea una horita por las otras. De todos modos, después de haber bailado hasta morir aún nos quedaban ganas para hacer un after en algún barcito o desayunar en una confitería. Al mediodía íbamos a comer a distintos restaurantes en los que probamos comidas muy diferentes, pero sobre todo conocimos el picante (y va en serio, ¡¡es picante!!) sabor de la cocina mexicana típica.
Dos tardes aprovechamos para irnos de shopping, pero no alcanzamos a recorrerlos por entero porque son gigantes. Dentro de ellos encontramos varias boutiques en las que nos dieron ganas de llevarnos todo. Por suerte, la zona comercial estaba a dos pasos del hotel, así que ni nos preocupábamos por los traslados. La verdad, el alojamiento nos dejó más conformes de lo que esperábamos, porque a pesar de que Acapulco era un destino muy top, averiguamos distintos precios, y varios eran realmente accesibles. Nosotras estuvimos en un hotel con pileta y habitaciones con desayuno incluido, por US$ 60 la noche; en ellas teníamos televisión, teléfono, aire acondicionado, secador de pelo…justo lo necesario para relajarse unas horas o lookearse para salir a la noche.
¿Un consejito? No lo piensen más y resérvense un paquete…Háganse ese regalo a ustedes mismos y anímense -como hicimos nosotras- a vivir esta experiencia inolvidable. Se los prometo: ¡no se van a arrepentir!
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