La primera vista de Taxco ( tahss -ko) a través del valle escarpado como te acercas a ella por la carretera con curvas de la Ciudad de México es suficiente para quitar el aliento. Esparcidos por una ladera empinada rodeada de espectaculares montañas y acantilados, su arquitectura colonial perfectamente conservado y los campanarios gemelos de su obra maestra barroca, Parroquia de Santa Prisca, para hacer una de las vistas más seductoras en cualquier parte de la sierra central.
Taxco, 160 kilómetros al suroeste de la Ciudad de México , tiene olas plagada de auge y caída asociada a los yacimientos de plata descubiertos fantásticamente ricos en el siglo 16 y luego repetidamente hasta principios del siglo 20. Con su plata ahora casi todo se ha ido, la ciudad ha vuelto a caer en el turismo para sostenerlo. Por un lado, Taxco es un raro ejemplo de desarrollo que se lleva a cabo en estrecha colaboración con la preservación. Por otro lado, la ciudad a veces puede sentirse como si estuviera entregado a los grupos de turistas un poco demasiado. Cualquier día de la semana va a encontrar los visitantes deambulando por las calles estrechas y empedradas, mirando en las interminables filas de tiendas de plata, mientras que los fines de semana Taxco está a menudo inundado de fin de semana desde la ciudad de México . El puro ruido de los taxis escarabajo incontables que sirven a toda la población de esta escarpada de las ciudades también pueden ser un problema. Usted tendrá que elegir cuidadosamente su alojamiento si quieres una noche tranquila.
A pesar de estas reservas, Taxco es un destino fabuloso y uno de los mejores viajes de fin de semana se puede hacer desde la Ciudad de México . A diferencia de muchas ciudades de la época colonial, Taxco no se ha absorbido por los suburbios industriales, y su estatus como un monumento histórico nacional significa que incluso los nuevos edificios deben ajustarse a la edad en la escala, el estilo y los materiales.
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